lunes, 6 de febrero de 2012

MELLON I

DEMASIADOS CAMBIOS
 
Observando el amanecer en el linde del espeso bosque, es inevitable recordar la dulce y purpurea mezcla del azul oscuro del firmamento Qualinesti con las verdes hojas primaverales que refulgen en su ansia de vida; me es imposible olvidar "aquellos días que sin saberlo, fueron los mas hermosos de mi vida", la inocencia de lo puro, la emoción a lo nuevo, el temor sagrado a lo incomprensible... ¿Como olvidar o no añorar la mirada de los viejos con sus sabias leyendas y canciones, con sus cejas fruncidas al ver la alegria imprudente de la juventud? ¿la ceremonia al abandonar la niñez? ¿el primer beso o los primeros corazones conquistados con la armonia de Branchala manipulando mi instrumento?.

Pero  como al principio ocurre, solo sabemos que fuimos felices hasta que vemos que las brisas y tempestades de la vida nos han cambiado... que hemos aprendido. Asi que no. No puedo olvidar mi pasado, no puedo ignorar lo que luego de tanto tiempo he aprendido a extrañar. Aunque el mundo arcano haya colapsado y los mortales estemos alejados de los dioses, yo recuerdo mi cuna, mi musica... nuestras ancestrales tradiciones.
El camino me ha llevado lejos, me parece que al mirar hacia atrás este serpentea como el rio cuando se aleja del abrigo de los oscuros pinos y es paradójico que solo estando tan lejos me de cuenta que donde quiero estar, es donde nací... 

El camino ha hecho lo que el clima hace con las hermosas rosas que cultivaba mi madre en su hermoso jardin, donde el corazon respira paz, donde la luz se filtra por la variada vegetacion y lo afable se esparce por los prados de nuestros pensamientos, como hongos tras las lluvias; si, el camino hace lo mismo con nuestros corazones, los moldea con calores tenaces, los fortalece con lluvias a veces torrenciales, los bendice con noches frescas y criaturas que las completan.

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